Aquí estoy, llorando todavía la muerte de mi viejita peluda que falleció antes de ayer... Pero no quiero hablaros de ella sin una buena razón, porque como bien indica este blog, esto es un espacio para dedicarselo a los gatos adultos.
Un buen día, uno de los mejores de mi vida, mi padre trajo a esta bella gata. Era ya mayor, un año nos dijeron, pero puede que tuviera mas. Nos costó mucho que se hiciera, pero no por ser adulta, sino porque le habían echo mucho daño. La satisfacción que nos creo el haber podido salvarla tanto de la muerte como de la tristeza, llenará nuestros corazones para el resto de nuestras vidas.
Han sido unos buenos años con ella, incluso los ultimos cuando ya las enfermedades y la edad se empiezan a hacer notar. Aun así, desearía que siguiera conmigo, aquí a mi lado, aunque sea medicándola.
Por eso digo, a todos esos desgraciados y desgraciadas, que quieren deshacerse de su animal, sea perro, gato, loro... sólo porque ya es mayor y hay que tener un poco mas de atención sobre ellos, que se pudran. Manda huevos que ellos se quieran quitar de encima a estos seres maravillosos que nos ha dado la madre naturaleza, y yo esté llorando por todas las esquinas por mi gata, porque no la puedo tener. Pudrios, os lo repito mil veces, pudrios y que la vida os la devuelva por abandonar a una cosa tan bonita, verdadera y real
